• la nutrición médica antiinflamatoria
• el movimiento físico adecuado
• la gestión del estrés
• el descanso adecuado y suficiente
• la prevención de hábitos tóxicos
• y la mejora de las relaciones interpersonales.

Todos ellos se integran en un plan individualizado según la necesidad y recursos de la persona en ese momento, acompañando la progresión que cada uno puede hacer.

Cada uno de estos pilares tiene su importancia en la consulta de medicina estilo de vida, ya que son muchos los estudios que avalan sus beneficios en la salud. Así por ejemplo en cuanto a la gestión de estrés, conocemos que los altos niveles de cortisol sostenidos en el tiempo son proinflamatorios y perjudican el funcionamiento de nuestro organismo. El estrés permanente entorpece las funciones vitales y a largo plazo, las daña. Para controlar nuestra liberación de cortisol proponemos algunos cambios de hábitos que incluyen actividad física, descanso y la práctica de meditación, que mejora la calidad de vida.